Cuando se sigue la dieta de las proteínas para adelgazar, se ofrecen al cuerpo proteínas, vitaminas y minerales. El cuerpo funciona normalmente con glúcidos como fuente de energía principal. Cuando al cuerpo se le priva de los glúcidos, se adapta para sacar la energía de otra parte.
La grasa almacenada en el cuerpo, el tejido adiposo, contiene mucha energía. En ausencia de glúcidos, el cuerpo saca directamente la energía de estas grasas, para transformarlas en cuerpos cetónicos que le servirán de energía.
Estos cuerpos cetónicos tienen la particularidad de cortar el hambre. Si hay cuerpos cetónicos en la sangre, entonces el cuerpo deja de sentir hambre. Esto es porque los cuerpos cetónicos normalmente no están presentes más que en caso de ayuno. El hecho de privarse de glúcidos provoca la producción de cuerpos cetónicos, y equivale a un ayuno prolongado. La dieta de las proteínas para adelgazar no es peligrosa para la salud, se utiliza este tipo de régimen en los hospitales, para hacer adelgazar a los pacientes obesos rápidamente antes de una operación.
Sin embargo hay que tener cuidado en no seguir este tipo de régimen durante mucho tiempo. La dieta de las proteínas para adelgazar se recomienda para una duración de 15 días como máximo, y es una buena cosa. El régimen deportivo es pobre en calorías, para poder adelgazar rápidamente.
La dieta de las proteínas para adelgazar utiliza comidas sucintas que sólo contienen ciertas calorías. Durante los primeros días del régimen deportivo, la persona puede sentir debilidad, el tiempo de que el cuerpo se adapte. Después de los primeros días, el cuerpo se adapta para utilizar los cuerpos cetónicos, y entonces se recupera la energía.
Dieta de las proteínas para adelgazar
Preparar un menú a base de alimentos ricos en proteínas y pobres en grasas y carbohidratos ayuda a que el organismo recurra a sus reservas de grasa para obtener la energía que necesita a diario. Así, la dieta se convierte en instrumento para el control de peso que le permite perder grasa mientras fortalece su masa muscular.
Otra ventaja de las dietas proteicas es que incluyen alimentos que alivian la sensación de hambre sin necesidad de consumirlos en grandes cantidades y, por tanto, tampoco suministran al cuerpo calorías excesivas.
Así, esta dieta rica en proteínas incluye alimentos como:
- Carne de res.
- Pescado.
- Huevos.
- Crustáceos y mariscos.
- Aves.
- Requesón.
- Queso fresco.
- Leche.
- Soya.
Es importante mencionar que debido a que busca disminuir los niveles de grasa, la única carne que se suprime en la dieta proteica es la de cerdo y sus derivados.
Como fuente de energía (carbohidratos) se consumen verduras frescas o cocidas de hoja ancha: acelgas -sin tallo-, berros, coles, espinacas o lechuga, una o dos porciones diarias.
Los vegetales crudos deben servirse en raciones aproximadas de dos tazas, y de las cocidas, con una es suficiente. Para sazonar una ensalada, se recomienda hacerlo con un máximo de dos cucharadas de aceite de oliva.
En cuanto a la preparación de los alimentos, deberán cocinarse a la plancha, hervidos o al horno, en tanto que la condimentación no presenta ninguna limitante.
¿Cómo funciona la dieta de las proteínas?
Gracias a esta dieta es posible bajar entre 400 y 800 gramos por día durante la primera semana, pasando a un ritmo más lento en la siguiente: uno o dos kilos en siete días.
Si deseas seguir la dieta de las proteínas, es indispensable que busques la asesoría de un médico o nutriólogo para que controle su desarrollo, te ofrezca la mayor variedad de alimentos a consumir, y te recomiende los suplementos alimenticios más adecuados en caso de ser necesario. Es importante que se realice únicamente por una o, como máximo dos semanas, de acuerdo a las indicaciones de tu especialista.
Un par de recomendaciones más: mientras realizas esta dieta rica en proteínas deberás practicar algún ejercicio al menos dos veces por semana, y tomar 2 litros y medio de agua al día, independientemente de la que bebes durante las comidas.
Esto debido a que hay que tomar en cuenta que una dieta hiperproteica alta en carnes pone a trabajar en exceso al hígado. Otra razón para tomar suficiente agua con esta dieta es que, si no la acompañas con vegetales, no consumirás suficiente fibra y el intestino puede sufrir constipación si no le ayudas con ingesta de líquidos.
Menú de la dieta de las proteínas
Desayuno:
- Café o té con leche descremada.
- Si tienes más hambre puedes comer una rebanada de queso fresco o un huevo cocido.
Almuerzo:
- Yogurt o una ración de jamón o pechuga de pavo.
- Té.
Comida:
- Un plato de caldo de pollo, res o pescado con verduras.
- Carne de un solo tipo, sea res, pescado, crustáceos o mariscos. No están limitadas las cantidades, pero como referencia puede establecerse la medida de dos filetes de carne.
- Té o taza de café.
Merienda:
- Té
- Si tienes más hambre, come un poco de queso fresco.
Cena:
- Un plato de sopa de verduras o ensalada.
- Elige entre pescado a la plancha, queso fresco, huevo o jamón de pavo.
- Antes de dormir puedes tomar un té relajante (azahar, tila o naranjo).
Si las porciones que se recomiendan no satisfacen tu apetito, puedes comer un poco más pero sin exagerar, pues el hígado transforma el exceso de proteínas en grasa. Además, debes evitar dulces, chocolate y harinas (tortilla, pasta, pan) así como refrescos y tabaco.
Dieta de proteínas, ¿es para mí?
El hecho de perder kilos saludablemente es el principal beneficio de la dieta rica en proteínas, pues con frecuencia nos encontramos con amigas que se someten a dietas tan rigurosas que pasan el día entero de mal humor, están débiles y hasta lucen demacradas (en pocas palabras, con un look ¡muy alejado del que buscan!).
Sin embargo, como cualquier régimen para control de peso, esta dieta también tiene inconvenientes, por lo que debemos señalar que no es un programa para todo mundo, es decir, no se recomienda a quien tiene problemas en riñones, hipertensión arterial, altos niveles de colesterol o ácido úrico en la sangre.
También quedan excluidas personas con diabetes, alteraciones mentales y embarazadas. La mujer posmenopáusica puede hacerla, sin olvidar la administración de suplementos de calcio.
Igualmente, una de las desventajas de la dieta de las proteínases que puede provocar mal aliento por la forma en que el organismo "trabaja" (metaboliza) las proteínas; afortunadamente, el problema se erradica con facilidad masticando una hoja de menta o perejil, u otras que contengan clorofila (todas las que son verdes).
Ahora que conoces los pros y contras de la dieta de proteínas, queda en tus manos la decisión de buscar la orientación de un nutriólogo para comenzarla. Si la llevas a cabo al pie de la letra, seguramente podrás despedirte de esos kilos de más que has acumulado por malos hábitos alimenticios o tantas horas lejos del gimnasio y, lo mejor de todo, sin poner en riesgo tu salud.
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