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jueves, 18 de febrero de 2016

¿Cómo Entrenar Si Tengo Una Hernia?


Las hernias se producen a menudo cuando has esforzado tu cuerpo hasta el punto donde la presión es tan extrema que un saco de revestimiento empuja a través del tejido que rodea a los músculos. Las hernias abdominales y femorales son comunes en los adultos y son generalmente el resultado de la tensión. Si has notado una hernia, debes saber que por lo general son inofensivas. Aún así, es posible que tengas que adaptar tu rutina de ejercicios para dar cuenta de la debilidad de tu tejido y tu hernia actual.

Instrucciones
  • Antes de nada, hacer ejercicio si tienes una hernia puede ser muy peligroso y complicar tu enfermedad; así que lo que tienes que hacer antes de ponerte manos a la obra es comentarle a tu médico tu intención de comenzar a practicar deporte para que este te autorice a hacerlo y te aconseje la actividad más apropiada en función de la hernia que padezcas.
  • En el caso de que se trate de una hernia discal, lo más indicado es que hagas ejercicio en medio acuático, para que la columna no tenga que soportar todo el peso de tu cuerpo mientras practicas deporte. Por ello, lo más conveniente es que practiques natación a ritmo suave e, insistimos, siempre consultando a tu médico que es el que conoce en qué fase se encuentra tu enfermedad y si no es perjudicial hacer ejercicio. En todo caso, siempre debes evitar los deportes de alto impacto como baloncesto, saltar, correr o tenis.
  • El tipo de hernia más común es la inguinal, es decir, la que se padece en la ingle. En este caso, para hacer ejercicio con una hernia inguinal o abdominal tendrás que ver cómo responde tu cuerpo y evitar en todo caso actividades como las abdominales o las sentadillas, cuya práctica ejerce demasiada presión sobre la zona. En este caso y, siempre que no sientas dolor, lo mejor es que hagas natación u otro deporte acuático.
  • Si ya te has operado de la hernia y quieres comenzar a hacer deporte, siempre con el visto bueno de tu médico, hazlo de forma progresiva tanto en cuanto al ritmo, como al número de series que realizas y el tiempo diario que le dedicas. Escucha bien a tu cuerpo, cesando el ejercicio siempre que sientas dolor ya que, de otro modo, corres el riesgo de cronificar tu dolencia.
  • Para la recuperación de una operación de hernia, también es conveniente comenzar con natación, de forma que puedas reforzar tu musculatura sin que sea ejerciendo una presión directa sobre la zona. Sé paciente y respeta los tiempos que tu médico te indique para comenzar a hacer ejercicio con una hernia tras haberte operado.
  • Para hacer ejercicio con una hernia, se hacen mucho más imprescindibles que en condiciones normales los calentamientos previos. Lee este artículo en el que te explicamos cómo calentar en el gimnasio, de modo que conozcas rutinas para preparar tu cuerpo de cara al ejercicio. El calentamiento no es otra cosa que el proceso que permite a tu organismo alcanzar la temperatura ideal para hacer deporte minimizando el riesgo de lesión. Cuando haces ejercicio con una hernia, siempre debes tener en cuenta este paso previo.
  • Trabajar la elasticidad es una buena forma de prevenir las hernias y que vuelvan a surgir después de haberte recuperado. Lee en este artículo diferentes formas para mejorar tu elasticidad y céntrate en aquellas localizadas en la zona en la que hayas padecido tu hernia.
  • Siempre ten en cuenta las indicaciones de tu médico para hacer ejercicio con hernia, ya que la tendencia a la cronificación es muy alta en este tipo de patologías.




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