Los métodos para perder peso no se agotan en los ejercicios clásicos como correr, patinar, caminar o pedalear. El entrenamiento de saltos puede llegar a ser una alternativa más, con la ventaja de que se eliminan más calorías en la misma cantidad de tiempo que se realiza un ejercicio de menor intensidad.
El entrenamiento de saltos, por su característica específica, es un ejercicio de gran intensidad, ya que debes realizar pequeños saltos en todo momento desafiando la fuerza de la gravedad.
No debes realizarlo si tienes problemas en las articulaciones de rodillas y caderas, como así también si tu sobrepeso es muy importante.
La superficie que debes utilizar, tiene que poseer cierta elasticidad, habitualmente se salta sobre una tarima de madera, o sobre la hierba.
Tuck Jump
Es el típico salto con las rodillas al pecho. Tomamos impulso desde una posición de tres cuartos de sentadilla y subimos las dos piernas a la vez lo más alto que podamos. Puede parecer sencillo al explicarlo, pero realmente es un ejercicio muy exigente. Es importante, tanto en este como en todos los ejercicios con salto, aterrizar con la punta de los pies para minimizar el impacto contra el suelo. Los tuck jumps son una buena preparación previa al salto al cajón.
Salto al cajón
Un ejercicio "de los de toda la vida", pero que ha resurgido con el auge del CrossFit. Nos encontramos aquí frente a una pliometría, ya que el salto exige un cambio de nivel entre el punto de partida y el de finalización: el movimiento es igual al de los tuck jumps, pero con un desplazamiento hacia arriba y hacia delante para terminar sobre el cajón con las dos piernas a la vez. Ve aumentando la altura del cajón de forma progresiva para ir quitándote el miedo a dejarte las espinillas por el camino.
Burpees tradicional
En la fase final del burpee tradicional nos impulsamos hacia arriba desde la posición de cuclillas para llegar lo más alto posible. Algunas variantes que podemos probar de este ejercicio son los burpees con desplazamiento lateral, con desplazamiento hacia delante, saltando por encima de un banco o incluso saltando por encima de un compañero: mientras tú haces tus series de burpees, él aguanta en posición de plank o hace flexiones de pecho. A ti te toca saltar por encima en cada repetición, y a él confiar ciegamente en que no te fallen las fuerzas.
Reverse burpees
Personalmente me parecen más sencillos que los burpees tradicionales, pero depende de cada uno. Desde posición de cuclillas rodamos hacia atrás por toda nuestra columna (es importante que podamos articularla correctamente para no hacernos daño: ¡no podemos caer rectos!), cogemos impulso y volvemos a rodar hacia delante levantándonos del suelo y realizando un salto vertical.
Sentadillas con salto
Preparad los cuádriceps, porque las sentadillas con salto son uno de los ejercicios más exigentes para este músculo. Realiza una sentadilla lo más profunda posible y, desde ahí, tomad impulso para saltar hacia arriba. Os propongo que probéis un Tábata solo de sentadillas con salto y después nos contéis en los comentarios qué tal os ha ido.
Zancadas con salto
Muy parecidas a las sentaillas, solo que ahora entrará en juego tu equilibrio. Damos un paso al frente con la pierna derecha y, cuando nuestras rodillas forman un ángulo de 90 grados, saltamos para colocar la pierna izquierda delante y la derecha detrás. Es necesario activar bien el abdomen para no caer al suelo, y también tener una buena propiocepción. Como en el caso anterior, podéis probarlo en un Tábata.
Jumping Planks
Seguro que a estas alturas todos hemos introducido el plank o plancha horizontal en nuestra rutina. Ahora le damos una vuelta de tuerca con los jumping planks, que consisten en saltar abriendo y cerrando las piernas desde la posición de plank. Vendría a ser una combinación de Jumping Jacks y planchas, todo en uno. Muy retador para nuestra zona media.
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